viernes, 26 de septiembre de 2014

Conclictos actuales, Demanda ante la Haya

 Demanda Boliviana ante la Haya

El Gobierno boliviano demandó en abril de 2013 a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para que este tribunal internacional emita un fallo que obligue al Ejecutivo chileno a negociar en firme y de buena fe una solución a la demanda marítima boliviana. 




Un poco de Historia: Bolivia perdió 400 kilómetros de litoral y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio a manos de tropas chilenas en la Guerra del Pacífico y reclama desde entonces la restitución de una salida soberana al mar.
Chile, mientras, impugnó el pasado 15 de julio la competencia del tribunal para juzgar la cuestión, una objeción a la que Bolivia debe responder antes del 14 de noviembre.







Principales argumentos:

Argumentos de la postura boliviana

  • La posición boliviana es que Chile incumplió la obligación para negociar.
  • Chile tomó decisiones unilaterales y fijar medidas aduaneras.

Argumentos de la postura chilena

  • La posición chilena es que el tratado de 1904 fijó la frontera entre Chile y Bolivia.
  • Bolivia tiene acceso al mar mediante el tratado de 1904.



Chile ha manifestado su negativa a tratar una salida soberana al mar para Bolivia, argumentando que el conflicto y sus consecuencias fueron zanjados mediante un tratado que firmaron en 1904.


Sin duda la resolución de esta demanda es toda una incognita para nuestro país, dado que historiacamente Chile a tenido malas experiencias en la Haya. Teniendo que ceder territorio el cual a ganado en las guerras como cualquier otro país que gana un conflicto y se queda con los territorios del derrotado.

 

Negociaciones durante las Dictaduras Militares


Nunca se estuvo tan cerca de un acuerdo


El Acuerdo de Charaña, también conocido como Acta o Abrazo de Charaña, es el nombre atribuido al acta suscrita en la reunión entre los gobernantes de Bolivia y Chile, generales Hugo Banzer y Augusto Pinochet, respectivamente, efectuada en la estación ferroviaria boliviana de Charaña el 8 de febrero de 1975.

Este acuerdo permitió el restablecimiento de las relaciones diplomáticas boliviano-chilenas, suspendidas en 1962, y el diseño de una propuesta para solucionar la mediterraneidad de Bolivia, originada tras la derrota de dicho país en la Guerra del Pacífico y la posterior firma del Tratado de Paz y Amistad de 1904. El gobierno chileno propuso la cesión de una franja de terreno a lo largo de su frontera septentrional con Perú, entre el océano Pacífico y la frontera con Bolivia, a cambio de una compensación territorial

                                           El acuerdo 

  1. Cesión a Bolivia de una costa marítima soberana entre la Línea de la Concordia y el límite del radio urbano de Arica. El territorio se prolongaría al interior hasta la frontera boliviana, incluyendo el ferrocarril Arica-La Paz. Además, se solicitaba la adopción de un régimen autónomo para Bolivia en las operaciones de comercio exterior ejecutadas en el puerto de Arica.
  2.  Cesión de un territorio soberano a lo largo de 50 kilómetros de extensión por la costa y 15 kilómetros hacia el interior en una zona cercana a Iquique,   Antofagasta o Pisagua. 
4. Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo constructivo, han resuelto que continúe el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de solución a los asuntos de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de recíprocas conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno.

5. Los dos Presidentes han resuelto seguir desarrollando una política en favor de la armonía y el entendimiento para que, en un clima de cooperación, se encuentre en conjunto una fórmula de paz y progreso en nuestro continente.

6. Los Presidentes, para materializar los propósitos señalados en la presente declaración conjunta, han resuelto normalizar sus relaciones diplomáticas entre sus respectivos países al nivel de Embajadores.



Sin embargo, los acuerdos firmados pronto se disolvieron y las relaciones entre ambos países se quebraron en 1978, sin llegar a implementar ninguna de las propuestas originales.


jueves, 25 de septiembre de 2014

Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia






El Tratado de Paz y Amistad de 20 de octubre de 1904 es un tratado de paz firmado por representantes de la República de Bolivia y la República de Chile con el fin de terminar el estado de guerra existente entre ambos países luego del estallido de la Guerra del Pacifico en 1879.


atado definitivo para los límites de Chile y Bolivia, firmado el 20 de Octubre de 1904. Nótese que fue firmado a 20 largos años del final del conflicto, sin presiones. Bolivia hoy lo desconoce al alegar "salida al océano" y privar a Chile de sus derechos sobre el río Silala. Este Tratado fue aprobado por el Gobierno de Bolivia el 11 de noviembre de 1904 y por su Congreso en ley de 4 de Febrero de 1905. Fue ratificado por el Gobierno de Bolivia el 10 de marzo de 1905. Ese mismo día, fueron canjeadas las ratificaciones en La Paz. Chile lo promulgó el 21 de marzo de 1905. El Altiplano recibió por su firma una serie de beneficios de tránsito, aduanas y hasta la construcción gratuita de un ferrocarril por Chile, privilegios a los que debiese renunciar y devolver para pretender reiniciar siquiera cualquier nueva conversación sobre la salida al mar.


Guerra del Pacífico (1879 - 1884)


 

Durante los años de paz exterior e interior turbados sólo por las rebeliones mapuches, años en que el imperio de la Constitución y la ley regían los destinos de la República de Chile, se continuaron formando y desarrollando las instituciones, la cultura, las ciencias y las artes.
Hasta 1879 año en que el Ejército, junto a la armada y el país entero, debió enfrentar a las fuerzas aliadas de Perú y Bolivia.



Durante ese periodo (1879-1884), el progreso de Chile no se interrumpió. La guerra estimuló el desarrollo de la importante economía industrial que sirvió en gran medida para abastecer al Ejército en campaña; se concluyó la ocupación del territorio Araucano, se culminó con la ocupación de Villarrica en 1883 y se empezaron a colonizar sus campos.



La prueba fue favorable a los chilenos debido en gran parte a la superior conducción militar de las operaciones y a la notable capacidad guerrera del pueblo chileno, el que se transformó, en breve lapso, en un compacto y disciplinado conjunto de soldados profesionales en los campos de batalla. En efecto, todos los chilenos jóvenes de cualquier profesión, dejando de lado sus labores e intereses personales, se integraron desde el primer momento al Ejército en defensa de la Patria.

El triunfo de los nuestros se caracterizó por ser alcanzado a costa de heroísmo y sacrificios inigualables por parte de toda la tropa, guiados sabiamente por oficiales de todos los grados. Entre ellos, que son muchos, destacamos al General Manuel Baquedano, sin dudas, el vencedor de la guerra; al General Justo Arteaga, a quien correspondió organizar el Ejército de Operaciones del Norte, en Antofagasta; el Coronel Alejandro Gorostiaga, cuyo triunfo en Huamachuco obligó al enemigo a firmar la paz; al Teniente Coronel Eleuterio Ramírez y al Capitán Ignacio Carrera Pinto, quienes con el heroico sacrificio de sus vidas en la Batalla de Tarapacá y en el Combate de la Concepción, respectivamente, reafirmaron para siempre, una doctrina institucional rigurosa en su código de honor, que se mantiene inalterable hasta nuestros días.

Fronteras de Chile, Bolivia y Perú antes y después de la guerra.



La guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1837-1839)

La guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1837-1839)

 

La temprana consolidación de su régimen político e institucional en relación al resto de las repúblicas hispanoamericanas, permitió a Chile alcanzar una importante primacía comercial en el continente. Esta posición comenzó a ser amagada por la unificación de Perú y Bolivia...

Confederación Perú-Boliviana

La temprana consolidación de su régimen político e institucional en relación al resto de las repúblicas hispanoamericanas, permitió a Chile alcanzar una importante primacía comercial en el continente. Esta posición comenzó a ser amagada por la unificación de Perú y Bolivia en un Estado bajo la conducción del mariscal Andrés de Santa Cruz. A esta rivalidad se sumaron las sospechas mutuas respecto de que cada potencia conspiraba para desestabilizar políticamente a la otra.


En octubre de 1837 desembarcó en el sur del Perú un ejército comandado por Manuel Blanco Encalada y conformado por tropas chilenas y disidentes peruanos de Santa Cruz. Esta fuerza, denominada Ejército Restaurador, no consiguió alcanzar sus objetivos, puesto que Blanco Encalada, evitando batirse con un enemigo numéricamente superior.

El ejército de Bulnes desembarcó cerca de Lima en agosto de 1838, donde debió enfrentar graves inconvenientes. En lugar de dilapidar energías en ocupar la capital peruana e inmiscuirse en las querellas políticas locales, el general Bulnes se concentró en aniquilar el poder militar del mariscal Santa Cruz, mediante maniobras de evasión y hostigamiento que derivaron en una marcha paralela de ambos ejércitos hacia el norte del Perú.

Después de meses en que sólo acontecieron escaramuzas aisladas, Santa Cruz fracasó en su intento de apoderarse de ambas riberas del río Buin, frente a la tenaz defensa presentada por una centena de soldados encabezados por el cacique abajino Juan Colipí. Desanimado por esta derrota y desprovisto de equipamiento luego de la captura de la armada peruana en el combate naval de Casma, el ejército confederado se reagrupó cerca del pueblo de Yungay, en torno al cerro Pan de Azúcar, posición considerada como inexpugnable. Sin embargo, el 20 de enero de 1839, Santa Cruz fue derrotado definitivamente por un ataque frontal del ejército chileno, en el que se combinaron la astucia de su comandante y la valentía a toda prueba de sus hombres y mujeres.


Tras el triunfo en Yungay, José Zapiola compuso el "Himno a la Victoria de Yungay", dando forma explícita al sentimiento nacionalista que se había generado durante la guerra.

Chile-Bolivia: Conflicto irresuelto




Chile-Bolivia: ElConflicto irresuelto



Los conflictos –nacionales o internacionales– pueden ser de naturaleza jurídica o política. Nuestro conflicto histórico con Bolivia es político. Jurídicamente, el Tratado de 1904 resolvió el diferendo limítrofe entre ambos países. Sin embargo, aquel fue completamente insatisfactorio para el país vecino.


Para entender lo anterior tenemos que saber, en primer lugar, que Chile y Bolivia suscribieron en 1895 un Tratado por el cual Chile se comprometía a cederle a Bolivia una franja soberana de territorio entre Chile y Perú, cuya ubicación dependería del arreglo final sobre Tacna y Arica. El tratado nunca se ratificó; y una vez que Chile superó el peligro de guerra con Argentina cambió su política hacia Bolivia en 180 grados, ofreciéndole solo “puertos libres” sin soberanía.

Chile ha ocupado el litoral y se ha apoderado de él con el mismo título con que Alemania anexó al Imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título con que los Estados Unidos de la América del Norte han tomado a Puerto Rico. Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones 

Crisis boliviana antes de la guerra

Por otro lado, necesitaba inversiones extranjeras para explotar “diversos tipos de riquezas nacionales”, pero “la indefinición de una guerra perdida, pero no liquidada, era mortal para los capitalistas extranjeros”.

“Bolivia tenía dificultades limítrofes no solo con Chile, sino con todos sus otros vecinos: Paraguay (por el Chaco), Brasil (por la región de Acre), Perú y Argentina; sus finanzas, además se hallaban gravemente quebrantadas”.

De este modo, a nadie puede extrañar que ya en 1910 el canciller boliviano, Daniel Sánchez, en memorándum dirigido a Chile y Perú, señalara que “Bolivia no puede vivir aislada del mar”, y que necesitaba “por lo menos un puerto cómodo sobre el Pacífico”

Además que una obvia consideración de nuestros intereses nacionales debiera tener en cuenta que preservar permanentemente nuestras malas relaciones con nuestros dos vecinos del norte nos significa también una permanente desventaja con Argentina, aunque este país no lo quiera.