viernes, 26 de septiembre de 2014

Negociaciones durante las Dictaduras Militares


Nunca se estuvo tan cerca de un acuerdo


El Acuerdo de Charaña, también conocido como Acta o Abrazo de Charaña, es el nombre atribuido al acta suscrita en la reunión entre los gobernantes de Bolivia y Chile, generales Hugo Banzer y Augusto Pinochet, respectivamente, efectuada en la estación ferroviaria boliviana de Charaña el 8 de febrero de 1975.

Este acuerdo permitió el restablecimiento de las relaciones diplomáticas boliviano-chilenas, suspendidas en 1962, y el diseño de una propuesta para solucionar la mediterraneidad de Bolivia, originada tras la derrota de dicho país en la Guerra del Pacífico y la posterior firma del Tratado de Paz y Amistad de 1904. El gobierno chileno propuso la cesión de una franja de terreno a lo largo de su frontera septentrional con Perú, entre el océano Pacífico y la frontera con Bolivia, a cambio de una compensación territorial

                                           El acuerdo 

  1. Cesión a Bolivia de una costa marítima soberana entre la Línea de la Concordia y el límite del radio urbano de Arica. El territorio se prolongaría al interior hasta la frontera boliviana, incluyendo el ferrocarril Arica-La Paz. Además, se solicitaba la adopción de un régimen autónomo para Bolivia en las operaciones de comercio exterior ejecutadas en el puerto de Arica.
  2.  Cesión de un territorio soberano a lo largo de 50 kilómetros de extensión por la costa y 15 kilómetros hacia el interior en una zona cercana a Iquique,   Antofagasta o Pisagua. 
4. Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo constructivo, han resuelto que continúe el diálogo a diversos niveles para buscar fórmulas de solución a los asuntos de mediterraneidad que afecta a Bolivia, dentro de recíprocas conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno.

5. Los dos Presidentes han resuelto seguir desarrollando una política en favor de la armonía y el entendimiento para que, en un clima de cooperación, se encuentre en conjunto una fórmula de paz y progreso en nuestro continente.

6. Los Presidentes, para materializar los propósitos señalados en la presente declaración conjunta, han resuelto normalizar sus relaciones diplomáticas entre sus respectivos países al nivel de Embajadores.



Sin embargo, los acuerdos firmados pronto se disolvieron y las relaciones entre ambos países se quebraron en 1978, sin llegar a implementar ninguna de las propuestas originales.


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